viernes, 4 de septiembre de 2009

LA NOCHE DE LAS ÁNIMAS (Cuento)

LA NOCHE DE LAS ÁNIMAS
(Cuento)

En tiempos pasados, al caer la noche que precede al día dos de noviembre se paralizaba la vida en los pueblos. Cerraban cafés, tabernas y otros lugares de diversión y los vecinos se recogían en sus casas para rezar por sus difuntos y en su recuerdo encendían lamparillas que, parpadeando, iluminaban la estancia. Fuera, todo era silencio, quietud y soledad. Había llegado la llamada “noche de las Ánimas”.

Pero no todos participaban en esta conmemoración y, así, nuestro protagonista, un acomodado labrador, hacía gala de su incredulidad y se burlaba de los demás. Había prometido a sus compañeros que saldría de casa aquella noche.

Efectivamente, así lo hizo y al llegar a la salida del pueblo vio a lo lejos, sobre un camino que descendían hacia el río, unas luces que se movían lentamente. Llevado por la curiosidad, apresuró el paso, cruzó el puente y se detuvo cerca del camino conteniendo la respiración.

Poco tiempo después pasaba la comitiva formada por unos extraños seres, envueltos en amplias túnicas blancas, que llevaban una luz en sus manos. Sin embargo, observó con extrañeza, que el último carecía de ella e iba a oscuras.

Al pasar por delante, reconoció en aquella figura a su padre. Y al preguntarle por qué iba así, le contestó que la culpa era de su hijo que no le había encendido ninguna luz ni le había honrado con sus rezos.

Impresionado por aquella visión y por aquellas palabras, volvió a su casa y cambió de conducta en los años sucesivos.

Y cuentan las historias que en aquel lugar se construyó una capilla conocida por el nombre de “ermita de las Ánimas”. Años más tarde, cuando cambió de nombre por haberse entronizado en ella una imagen de Nuestra Señora de los Desamparados, se colocó a los pies de su trono un relieve del purgatorio con las benditas almas, en recuerdo de que antes se había llamado “la ermita de las Ánimas.”

Colofón. Este cuento (que oí a mi madre en mi infancia y que he narrado a mi manera) termina recordando un hecho real que sucedió en Belchite, en el año1704.

JULIO MARTÍN BLASCO
Badajoz, junio de 2009

Programa de Fiestas de Belchite. Setiembre 2009

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