domingo, 5 de octubre de 2008

LAS CAMPANAS QUE UN DÍA DEJARON DE SONAR(1937-2007)









Las campanas de mi pueblo
Sí que me quieren de veras,
Se alegraron cuando nací
Y llorarán cuando muera.
(Copla popular)

En la torre de la antigua parroquia de San Martín (Pueblo Viejo de Belchite) había tres campanas. Dos estaban colocadas, bajo sendos arcos, en la cara que daba a la plaza y la otra en un lateral. Sus nombres, grabados sobre las mismas, y que todavía recordarán nuestros mayores, eran Martina, Valera y María del Pueyo. La más reciente era esta última que había sido instalada hacia 1922.

Nuestras campanas estaban integradas en la vida de la población y se manifestaban alegres en sus alegrías y tristes en sus tristezas. Sus sonidos, festivos o fúnebres, cabalgando a lomos del viento, llegaban a todos los lugares.

Durante la semana santa enmudecían como señal de respeto por la muerte del Señor y sus toques eran sustituidos por el monótono tableteo de una gran carraca colocada sobre el coro (puede verse en las fotografías de la época). Saltaban alegres y alborozadas en el Sábado de Gloria (como anticipo a la resurrección de Cristo). También lo hacían en las vísperas y solemnidades del año uniéndose así a la alegría de los parroquianos. En cambio, con sonidos lentos y graves acompañaban las notas del Miserere para darles el último adiós.

Pero un día dejaron de sonar las campanas de la antigua parroquia de San Martín.

Tres, eran tres las campanas que, hace setenta años, dejaron de tañer.